El camino del olvidado,
sumergido en el sutil sexo de parte de una señorita bien amonanada,
el camino del olvidado,
casi cerca de ser un poquito recordado.
El deseo del olvidado,
evidentemente, reclama un recuerdo.
El deseo del olvidado,
se tuerce de manera errónea,
¡Entiende que está desesperado!
ahí, enrredado, entre las curvas y punteagudas ramas,
clavándose, como ya sabemos;
olvidado.
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